La tercera reunión de pedagogos en el CDL de Madrid

Y llegó la tercera, el 3 de octubre de 2022. De lo que sucedió allí con respecto a la publicación de mi descripción de un perfil profesional poco frecuente entre los pedagogos (dirigir una Residencia y Centro de día para discapacitados intelectuales gravemente afectados, empleo que suele estar en el ámbito de la Sanidad/Psicología, y no de la Educación) he comentado algo en mi post anterior, y remito a quien tenga curiosidad a su lectura.

Debo decir ahora que uno de los asuntos no más espinoso, pero sí más complejo y laborioso de los que habíamos tratado en la anterior reunión, en junio, era el de la definición de los perfiles profesionales, dada la variedad de éstos y la escasez de criterios metodológicos establecidos en la reunión para abordar la tarea. Lo que se había hecho era constatar que entre los presentes había representatividad para diversos perfiles, que podían diversificarse aún más, y al terminar la reunión el decano había asignado la tarea a cinco de los presentes. Pocos días después una de las colegas implicadas en esta labor (en adelante identificaré al subgrupo como “los del decano”) formó un chat de WhatsApp específico en el que incluyó a los otros cuatro designados aparte de ella. Ya entrado el verano, una de las encargadas de esta tarea me pasó su trabajo (forma parte del subgrupo “mis contactos”) y yo le ayudé volcándolo en una presentación, con la idea de que así se expondría a todos cuando llegara su turno. Supe entonces que en su “grupo de chat” no había movimiento ni colaboración entre ellos.

Había también un único encargado por el decano de ocuparse de otro asunto denso y complicado (fue por una intervención suya en un sentido muy epistemológico). Quedó reflejado en el resumen de la reunión que elaboró la directora de Comunicación, en el punto 6, y consistía en la “elaboración de un primer borrador con sugerencias sobre un Código deontológico”. La persona designada hizo también en días previos a la reunión una contribución en el chat general de WhatsApp (éste administrado por la Directora de comunicación) con un documento notable que elaboró para tratar el asunto de los perfiles profesionales.

Y llegó el día de la tercera reunión. Los asistentes merecen un breve comentario: de los 5 que yo “aporté” en su día, fruto de la encuesta realizada en el Colegio por iniciativa mía, faltaron tres, así que, contándome a mí, éramos tres. Del grupo “del decano”, estaban todos, (salvo la asistente de la primera reunión, que ya no volverá seguramente, puesto que es una psicóloga no colegiada en el CDL) seis ya conocidos a los que se añadió otra pedagoga, que en el año 2016 escribió una carta al decano con dos asuntos para tratar. Hasta este día 3 de octubre de 2022 no había obtenido respuesta, y por fin la pudo recibir en persona. También acudió llamada por el decano. En total, aunque no me gusta expresarlo así, “ellos” 7, “nosotros” 3.

Uno de los que faltaban de “mis contactos” era precisamente el colega que dirige la Residencia. Otro es Orientadora en varios Centros concertados y con gabinete propio, y la tercera es una colega que continúa formándose y acumula méritos desde que se graduó, pero que todavía está en busca de su primer empleo como pedagoga. Desde mi punto de vista, tres ausencias lamentables para defender la variedad de perfiles profesionales que el CDL tiene que presentar en sociedad. Digo esto porque, en el transcurso de la reunión, que no tenía más orden del día que el de comprobar si las tareas encomendadas a unos y otros en la anterior habían prosperado y en qué medida, de los encargados de trabajar en el tema de perfiles profesionales había sólo tres (eran 5) y sólo expuso su trabajo (sin presentación) la pedagoga con la que yo había colaborado haciendo un PowerPoint. La impresión que causó fue tan buena, y el contenido de su exposición tan ilustrativo de la terrible situación por la que pasan los Orientadores Pedagogos, tanto en la enseñanza privada y concertada como en la pública, que la reacción del decano y el vocal pedagogo que rigen las reuniones fue de lo más favorable que hemos obtenido en el CDL, al menos en la intención. Transcribo aquí las conclusiones a este respecto, extraídas del resumen de la reunión:

R. S. plantea que la propuesta de M. P. y las reivindicaciones profesionales de estos profesionales puedan ser trasladadas formalmente desde el Colegio a la viceconsejera de Educación.

Interviene A. S. para manifestar que, como institución, en este Colegio Oficial que estamos en la obligación de potenciar las profesiones que nos competen y dotarlas del mayor prestigio posible: objetivo principal del grupo de trabajo constituido. Señala que hemos de conseguir certificar las competencias del pedagogo en los diferentes ámbitos sociales y sobre todo profesionales-laborales y hacer propuestas concretas a la Administración.

Si estas intenciones se plasman en realidad, a mi entender el Colegio estará haciendo algo muy importante que lleva mucho tiempo haciendo falta, y que no se resuelve con los habituales “Comunicados” en favor de la profesión, sino que incide directamente en los puntos concretos que la normativa legal desarrolla sin tener en cuenta nuestra realidad profesional.

El otro gran asunto tratado en la reunión fue la puesta en marcha del proyecto ideado por el pedagogo de la Junta, denominado a priori “ENCUENTRA UN PEDAGOGO” como respuesta a la petición de que el CDL actualizara la información y datos de los colegiados pedagogos y por ende conociera sus situaciones profesionales actualizadas, para ofrecerlas a los usuarios interesados. Este proyecto se puso en manos de un empleado informático que asistió a la reunión y nos presentó su boceto de implementación en la web, con las convenientes vías de acceso diferenciadas para profesionales que deseen inscribirse y publicitar sus ofertas, por un lado, y para potenciales usuarios en busca de especialistas por otro. La impresión fue positiva, y quedamos a la espera de mayor concreción en la siguiente reunión. No puedo negar que este me parece también un gran avance.

También quedaron satisfechos de mi respuesta a la cuestión del IVA que injustamente pagan muchos pedagogos por realizar las mismas labores que los psicólogos (aplicación de test en la mayor parte de ocasiones). Lógicamente, a mi me complació el resultado, pero aquí empiezan mis discrepancias con lo sucedido en la reunión: yo obtuve mi respuesta al problema documentándome entre otros sitios en un Colegio equivalente al nuestro, el de Murcia. Y como conclusión, el decano y su directora de Comunicación acordaron que le pedirían permiso al Colegio de Murcia para hacer uso de su publicación, replicándola en la web del nuestro. No lo encuentro acertado, porque lo que publica el Colegio de Murcia es un documento elaborado estudiando la normativa de Hacienda, los epígrafes profesionales para el IAE, etc. Y me parece que con explicarlo en nuestra web (con un extracto de mi trabajo bastaría) queda claro, sin necesidad de replicar lo que publica otro Colegio. No tuve ocasión de explicarme, porque la reunión finalizaba bruscamente cuando esto se dijo.

Con respecto a la actualización de datos, considerando que hay muchos colegiados (tanto pedagogos como docentes en general) cuya única forma de comunicación fiable es el domicilio, que obliga a usar el correo postal, una de las colegas de «mis contactos» con un fundamento bien argumentado, propuso la utilización de los SMS para solicitar la actualización de datos y la consiguiente comunicación de resultados y avances de la sección de pedagogos. Yo conservo mis dudas, porque me consta que muchos de estos profesionales no han facilitado ni direcciones de e-mail ni teléfonos móviles a los que se les pueda enviar un SMS, de manera que la única vía de contacto es el correo postal, al que parece que el CDL no se resigna. Veremos.

Por otra parte, como último punto de la reunión, el colega que se había designado para realizar el boceto de código deontológico aportó un artículo de prensa, más bien un “reportaje de citas” publicado por El Mundo en las vísperas de la reunión, titulado “La Revuelta Contra Los Pedagogos” firmado por Olga Sanmartin, en el que los pedagogos salimos muy mal parados. La tentación de responder alcanzó al decano más que a nadie, y la directora de comunicación quedó encargada de intentar alguna gestión en este sentido.

Uno de mis propósitos en la próxima es que deben hacerse ACTAS formales, y no simples resúmenes, porque de lo contrario se pueden suceder hechos como el otro que me disgustó, y es que quien estaba encargado de redactar un borrador de código deontológico se sorprenda al oírlo, no lo recuerde, y el apoyo que recibe sea que lo reflejado en el resumen de la reunión no es más que eso: “un resumen de lo tratado”, pero no un Acta. Así no tendremos método para el compromiso. Y lo que tenemos por delante exige compromiso.

Tengo mis reservas para la siguiente reunión, que será pronto, y que formará parte de este blog, como todas las anteriores. Hasta entonces, ¡salud, pedagogos!

Por Carmen

Pedagoga jubilada, siempre ejercí de forma independiente y ayudé a mis clientes a superar "su fracaso escolar" con la convicción de que el fracaso no era suyo...ahora sigo preocupada los nuevos cambios de la escuela, intentando adaptarse a los cambios sociales...y expreso mi opinión en este blog.

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