Hipertrofia y exceso de las leyes educativas. Segunda parte.

Ya lo dije hace 13 años cuando publiqué mi libro, y lamentablemente este asunto no ha cambiado. Hay una responsabilidad educativa en los ámbitos escolar y familiar que todo el mundo asume con naturalidad, y de hecho es la que los protagonistas viven a diario, unas veces como colaboradores y otras como antagonistas, pero hay también una responsabilidad en la Administración, que llega mucho más de lo que parece a la práctica cotidiana en las aulas, y que tiene sus consecuencias en los alumnos, destinatarios y usuarios finales del Sistema Educativo. 

Me refiero a la legislación que regula la actividad de los docentes hasta niveles insoportables, no sólo porque los convierte en burócratas del control, con elaboración de documentos sin fin antes, durante y después de su práctica docente, sino porque los guía y los tutela, les aconseja y les orienta, les dicta el espíritu y la forma en que deben realizar su profesión. 
Cualquier ciudadano tiene un repertorio de leyes que cumplir para adaptarse a la sociedad en que vive, y sobre todo para no perjudicar a otros, bajo pena de enfrentarse a procesos judiciales, y yo no tengo nada en contra de esas leyes. En los mismos términos se rigen las actividades profesionales con normativas que velan por el cumplimiento de la honestidad y prevén las consecuencias negativas para quien se las salte. Constituyen el contrato por el que todos convivimos en sociedad y se demuestra todos los días que ese contrato es necesario y positivo. 
Pero francamente, no creo que la falta de confianza que la Administración tiene en sus profesores sea comparable con ninguna otra. Sí, porque eso es lo que denotan los excesos de las leyes y decretos, disposiciones y reglamentos que marcan la vida de nuestros profesores. Elijo y reproduzco un fragmento elegido sin rebuscar demasiado, en este caso se trata del 

Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria.

 y animo a los lectores a hacer lo mismo con cualquier otra pieza legislativa del mundo de la educación. Vean: 

«El Bloque 2 incluye, así, contenidos que van desde el Universo, la representación de la Tierra y la orientación en el espacio, al agua y el consumo responsable, el clima y el cambio climático, el paisaje y la intervención humana en el medio.

A través de los contenidos del Bloque 3, Vivir en sociedad, será posible iniciar un proceso de comprensión acerca de las formas de reconocer las características de los distintos grupos sociales, respetando y valorando sus diferencias, quiénes son sus integrantes, cómo se distribuyen en el espacio físico, de qué manera se distribuye el trabajo entre sus miembros, cómo se producen y reparten los bienes de consumo, la vida económica de los ciudadanos, la capacidad emprendedora de los miembros de la sociedad y el estudio de la empresa, que comprenderá la función dinamizadora de la actividad empresarial en la sociedad, la organización social, política y territorial y el conocimiento de las instituciones europeas, la población, los sectores de producción, y educación financiera elemental.

En el Bloque 4, Las huellas del tiempo, se trabajará la comprensión de conceptos como el tiempo histórico y su medida, la capacidad de ordenar temporalmente algunos hechos históricos y otros hechos relevantes utilizando para ello las nociones básicas de sucesión, duración y simultaneidad. Se estudiarán las grandes etapas históricas de la Humanidad para adquirir la idea de edad de la Historia y datar las cinco edades de la Historia, asociadas a los hechos que marcan sus inicios y sus finales, para lo que es preciso conocer las condiciones históricas, eventos y figuras en diferentes periodos de tiempo.

Es importante para los alumnos adquirir las referencias históricas que les permitan elaborar una interpretación personal del mundo, a través de unos conocimientos básicos de Historia de España y de la Comunidad Autónoma, con respeto y valoración de los aspectos comunes y los de carácter diverso.

En este bloque se utilizarán mapas y cualquier otra representación gráfica adecuada para la identificación y análisis de procesos históricos, para dar a conocer los procedimientos básicos para el comentario de dichas fuentes.

Es importante que el alumnado desarrolle la curiosidad por conocer las formas de vida humana en el pasado y que valore la importancia que tienen los restos para el conocimiento y estudio de la historia y como patrimonio cultural que hay que cuidar y legar.

En este bloque también se desarrolla la capacidad para valorar y respetar el patrimonio natural, histórico, cultural y artístico, y asumir las responsabilidades que supone su conservación y mejora.

La secuenciación de los contenidos está relacionada con la evolución del alumno, ya que este construye su propio aprendizaje y su concepto de tiempo histórico en relación a su desarrollo, tanto cognitivo como madurativo, para poder identificar y localizar en el tiempo y en el espacio los procesos y los acontecimientos relevantes y distinguir, dentro de la evolución histórica, las nociones de cambio y permanencia, y así interpretar la Historia como medio que facilita la comprensión del presente que estudia la causalidad y las consecuencias de los hechos históricos.»

He cortado la cita  (el subrayado es mío) pero así podría seguir con todo el documento. Estas maravillas suelen estar en los anexos, no en el preámbulo que justifica las normas ni en el articulado que las estructura. Yo he constatado que la mayoría de los profesores no leen la normativa completa y no hacen sino cumplir con lo que se determina en las leyes en cuanto a papeleo se refiere, pero cualquiera al que le he hecho conocedor de este grado de regulación de su actividad se ha quedado boquiabierto, por no decir algo peor. 
Y que conste que no encuentro ningún despropósito en lo que proponen estas leyes y normativas. Lo que me parece asombroso, humillante, incongruente, es por un lado, la falta de confianza en la profesionalidad del profesor y maestro que se esconde detrás de este empeño contradictorio en «llevarle de la mano» y pedirle que «documente su actividad» , y por otro lado, que todos esos textos tan bien pensados y desarrollados no formen parte del TEMARIO que debiera cursar el aspirante a profesor o maestro en su FORMACIÓN INICIAL, cuya revisión y mejora es una petición reiterada del colectivo.
Créanme que cualquiera de estos decretos y leyes podría ocupar al menos un cuatrimestre de formación universitaria, si fuera impartido con la debida ilustración y metodología. 
 
Entretanto, el Temario para acceder al cuerpo de profesores de Primaria y Secundaria tiene una antigüedad de 28 años. 

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